TÚ DECIDISTE
Un día decidiste que no era de fiar (no te faltaba razón), que la distancia podía más que la curiosidad, y prescindiste de los tópicos románticos que, por otro lado, tan feliz te hacían.
Hoy, desde la distancia que empaña la imagen borrosa que me enviaste, te sigo hablando de magia y AMOR, de sueños y esperanzas, de todas esas cosas que te hacían arquear las cejas y, ahora, te producirán carcajadas siniestras, por ser cimentadas en esa realidad irreal en la que vives.
Un día decidiste que no había números, ni bajadas de bandera, ni viajes sin destino, ni promesas que olvidar para cumplirlas. Hoy, desde el Madrid de los ojos de gato, de parda noche y tibia luna, te sigo contando todas esas mentiras en las que creo, todos esos motivos que te hicieron volar para nunca elevarte del todo, como un suspiro que, incapaz de encontrar dueño, termina siendo un quejido de dolor.
Tú decidiste, y has perdido. Tú lo impusiste, y te has hecho esclava de tus deseos. Tú, que tan libre llegaste a mi, quisiste romper las cadenas con un AMOR que nunca llegaste a mencionar, condenándote a la desidia del tiempo. Te quedaste sin días y sin esperanza, sin la trémula luz de un farol que oculta los besos de callejón, sin historia imposible, sin ti, sin mí, sin nada…
Texto de Esteban García Valdivia