
Esta piel que yo estrecho como mi propio nombre tiene el sabor lejano de las cosas sabidas. Por eso me pregunto: ¿Dónde el cristal que siga repitiendo el abrazo hasta doblarme en dos, multiplicada? Amar ya no es batalla al filo de la noche. Es juntar rosas para que crezcan rosas y después inventar un silencio callando los relojes, tapándole la voz a los murmullos, una aurora desnuda como la carne próxima al abrazo. Dame tu piel como un vestido para un viaje de amor. Yo extenderé mi cuerpo camino-piel para tu paso. Toda soy mi cintura y mi seno un redondo equipaje de deseo. El mundo puede ser un pequeño lugar para los sueños o un universo abierto para multiplicar la vida. No lo olvide, lo recuerde mi sangre, que oyó en un junio de manzanas: ¡esta es la luz!
AUTOR:DESCONOCIDO

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