
¿Dónde estas, amada mía? ¿dónde estas, prenda adorada? ¿dónde estas? ¡has dejado en agonía a mi alma enamorada...! ¿dónde estas, prenda adorada? ¿dónde estas...? ¿dónde estas, que ya no escucho de tus labios el murmullo...?
Hace dias, hace mucho, mucho tiempo que no escucho de tus labio el arrullo... ¿dónde estas, prenda adorada? ¿dónde estas? ¡ya no tardes, alma mía, tu eres noche y eres día, eres toda mi alegria, eres todo mi placer...!
Ven, que quiero, satisfecho, estrecharte contra el pecho con delirio, con locura, con empeño y con afan... ¡ya no tardes, alma mía, eres toda mi alegría, eres todo mi placer!
Nancy
|