La posesión es un derecho, lo que define quiénes 
somos. Pero en realidad es la más destructiva de las
 ilusiones, el origen de la mayor parte de los problemas
de la vida. 

La envidia, la opresión, la depresión, la soberbia o la
codicia son tan sólo algunas de las nefastas consecuencias
de la necesidad de poseer  algo o a alguien.  Por su parte, 
los indios americanos creen que no poseemos nada, sino
que simplemente  somos los guardianes de la propiedad 
del Creador. Y como tales tenemos el deber de proteger 
y conservar la Tierra para las generaciones venideras. 

Es interesante que la idea del ángel de la guarda sea tan
importante en la religión; un ángel que no nos posee
o nos controla, sino que nos sirve de guía y protección. 
De esa forma, nunca estamos sometidos a él, sino que 
somos libres para ser y crecer en paz, a nuestra manera. 

¿Qué crees poseer? ¿Tú casa, tu tierra, tu coche, a tus hijos?
Imagínate por un momento que no poseyeras nada,
que lo que tengas sólo te haya sido confiado para
que lo protejas

¿Cambiaría tu forma de considerarlo? ¿Empezarías
a valorar más lo que tienes, a cuidarlo mejor porque 
perteneciese a otro? 

¿Dejarías de interesarte tanto por ello porque
 ya no es tuyo? ¿Estarías más dispuesto a ello si supieras 
que tu protección beneficiará a la Tierra y a las 
generaciones venideras?