NO SE SI ESPERO, AMOR, NI SI TE ESPERO
No sé si espero, amor, ni si te espero pero de pronto estás, inesperado, con tu visaje cruel y desolado en este abrazo cálido de enero.
Reconozco tus ojos de viajero, tu inseguro silencio, tu llamado, tus labios sin mañana y sin pasado: eres el rostro del dolor primero.
Vuelvo a mirarte aún. Y eres el mismo milagro de ternura y egoísmo, triste y feliz, eterno y pasajero,
burlón, desesperado, inquieto, firme. Cómo quedarme, amor, y cómo irme, cómo estar sin estar. Ya no te quiero.
Texto de Julia Prilutzky
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