LOS HOMBRES
Tenemos variadas
especies
el poeta amante y soñador,
que con sus letras de amor
nos
llenan de efervescencia.
Tenemos también el osado
que nos invita a bailar,
el
cansado y el callado
que nos hace adivinar.
Si caminas con agrado
encuentras el hombre galante,
que
con sonrisa triunfante
y piropos, te abre la puerta.
Y me viene a la memoria
el que es bello y es atleta,
que
se cree la muñeca
y el mejor centro de mesa.
No olvidemos al romántico
que te canta al oído,
ni
tampoco el consentido
creyendo que todo merece.
Los hombres… ¡Ay los hombres!
a ellos no les basta
nada
están a tu lado en la almohada
y tienen otra en su
cabeza.
Hay algunos que hasta piensan
y eso, no es que me
sorprenda,
aman y saben amar…
y algunos tienen
conciencia.
Con su gran inteligencia
y fortaleza descomunal,
hacen
del amor terrenal
¡La más hermosa experiencia!
¡Los Hombres!… ¡Ay los hombres!
difícil ciencia de
estudiar
aunque tengan, siempre van,
buscando nuevas
esencias.
No se conforman con una
a veces quieren tener dos,
y
siempre van de picaflor
con su mínima conciencia.
No importa si atado a su brazo
lleven una bella
mujer,
no dejan de mirar y ver
lo que pasa por su lado.
¡Los Hombres!… ¡Ay los hombres!
son algo serio en la
vida…
sin sus besos… casi mueres
y en sus brazos estás
perdida.
Es regalo que se apetece
linda estirpe tan amada,
sin
ellos… no vale nada
nuestras almas le agradecen.
Pero con los mil sinsabores
del sexo opuesto de
renombre,
que horrible sería la vida…
¡Si no existieran los
Hombres!
Texto de María de los Ángeles