AMOR EN EL RECUERDO
Ya dora el suave
terciopelo
de los campos sembrados,
reposan inertes los arados
y la
tierra abraza al cielo.
La vereda de gris
plata
se muestra y se esconde,
jugando a ser duende,
entre el cardo
y la mata.
Vieja encina
polvorienta,
levanta tu brazo al cielo
mientras que por el suelo
esparces bellotas magenta.
Allá, entre el
bosquecillo,
una fina cinta de bronce
se retuerce en su cauce
orlada
de tono amarillo.
En las ramas, calla
el ave,
y enmudece la cigarra,
hasta parece que la tierra
nos hurta
su cara grave.
Son las horas del
silencio,
en las que tan solo truenan
y todo el paraje lo llenan,
gemidos de corazón necio.
Sollozos apenas
sofocados
que queman como soles
hasta los retoños nobles
de mis
amores soñados.
Vida prendida en la
rama,
ilusiones apenas florecidas,
lágrima de agua bendecida
huida
del amor del que ama.
Ya todo es ahora
silencio,
solo me queda el recuerdo
de ese amor que te guardo,
al
que idolatro y reverencio.
Ya dora el suave
terciopelo
de los campos sembrados,
reposan inertes los arados
y la
tierra abraza al cielo.
Juan
Luis Alba