LA FATIGA SE APODERA DE TU CUERPO
Ahora, que la fatiga se apodera
de tu cuerpo desnudo, soledoso,
y apenas a las diez muere tu día,
sin ganas de pensar, y la pantera
de tu sexo dormita, qué dudoso
tu plan de libertad parecería.
Dormir sin sueños y vivir sin horas,
desflorando crepúsculos y auroras.
Brevería Nº 2506 de Francisco Álvarez Hidalgo