Esa Persona Especial
A veces sentimos que el desaliento nos invade,
las preocupaciones nos paralizan y,
por mucho que lo intentemos,
no logramos ver la ansiada luz al final del túnel.
Y es entonces cuando esa persona tan especial
acude en nuestro auxilio, nos tiende una mano o
simplemente nos alienta a seguir adelante.
Y no siempre con palabras o actos, por que
la calidez de su sonrisa,
su luminosa mirada o su presencia reconfortante
pueden bastar para renovar nuestras esperanzas
y encontrar otra vez el rumbo.