Hola !!!
La gran necesidad de hoy no es sentir amor, paz, gozo, sabiduría y seguridad. Sólo es importante que se nos muestre dónde comienza la senda que conduce al Reino de los Cielos dentro de nosotros.
Imagina una obscura senda que sube a una alta montaña. Tres veces durante el día, descansa y deja que la imagen de esta senda poco conocida se forme en tu mente. Observa esta senda por unos minutos.
Al comprometerte a hacer este ejercicio sencillo tres veces, pides que se te muestre dónde comienza la senda que conduce al reino. No tengas nociones preconcebidas en cuanto a la naturaleza de esta senda, porque no es una senda que tú puedes encontrar; ella te debe ser revelada.