LIBÉRATE Presentida en mis noches, alameda por
donde merodean mis sentidos, subterráneo en que vagan reprimidos fieros
impulsos que el prejuicio enreda. No admitas que tu espíritu
proceda a acallar en la piel los alaridos, sólo una red de músculos
unidos logrará amordazarla a miel y seda. Si la lluvia descarga
en la vertiente, su nivel alza el río, y la corriente, desbordará en el
valle su violencia. Tanto ha llovido en ti, que ya rebosan tus
cauces los instintos que te acosan; libera sobre mí esa
turbulencia.
Texto de Francisco Álvarez Hidalgo
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