DOBLE AMANTE
Me hablas con
resonancia de castillo desde la altura de tu mente alada, y al percibir la
fiera llamarada dentro de ti, en tu desnudez me ovillo.
Te hago el
amor. Me encierra el doble anillo de tus brazos y muslos; delicada y voraz
a la vez, dices callada cuanto quiero escuchar, y eres
rodillo
laminando las ansias de mi celo con tan blanda opresión de
terciopelo que más me atrapa cuanto más audaz.
Doble amante, de
espíritu y sentido, eres casi mi nombre y apellido, ajena a bagatelas o
disfraz. Texto de Francisco Álvarez
Hidalgo
|