Deslízame los dedos, delineando
cada surco de lluvia sinuoso,
en suavidad de tacto, descifrando
cada mensaje anclado en mi reposo.
Cada mensaje, que por ti fue escrito,
que el agua subrayó, que tú analizas,
que te dirán que todo lo permito,
dueño tú de mi fuego y mis cenizas.
Texto de Francisco Álvarez Hidalgo