ESTATUA DE
MUJER
Atrapada en el bronce: Golondrina de alas truncadas,
incapaz de vuelo; muda canción, solemne violoncelo sin cuerdas, y sin
vida, en la vitrina.
Todo lo fuiste un día. Bailarina de corte
frívola, flotante el pelo, en el taller del escultor, modelo, y tal vez
aquiescente concubina.
Al ser fundida al fuego, cuanto fuiste quedó
inmovilizado, te dormiste, sueño de siglos del que no despiertas.
Mas
el dolor de aquel preciso instante no ha logrado escapar de tu
semblante, mujer sin nombre, que a turbarme aciertas.
Texto de
Francisco Álvarez Hidalgo
|