Amiga:
gracias...
por levantarme la voz
cuando a nadie quiero escucharle,
por intentar darme alivio
sin habértelo pedido previamente.
Amiga:
gracias...
porque aun con tus propias penas
me alientas cuando fuerzas no me quedan,
por permitirme apoyarme en tu hombro
para llorar mis penas.
Amiga:
gracias...
por preocuparte por mi
cuando de mi ya nadie se acuerda;
porque tu amistad no me condicionas
cuando de mi todos se alejan
a ti amiga...
Gracias