Donde que estés, no pierdas la oportunidad de sembrar el bien...
Si la conversación gira en torno a una persona, le destaca las virtudes,
recordando que todos aún nos encontramos muy lejos de la perfección.
Si el asunto descamba para comentarios maliciosos, a la cerca de ciertos
acontecimientos, busca, discretamente, imprimir un nuevo rumbo al diálogo,
sin que te juzgues superior a quienquiera que sea.
Donde que estés, no permitas que el mal cuente con tu apoyo
para propagarse...
Si muchos hablan en tono de pesimismo sobre los problemas
que afligen la Humanidad, demuestra tu confianza en el futuro,
recordando a los interlocutores que nada acontece sin el permiso de Dios.
Si otros se transforman en profetas de la incredulidad, cuáles se fueran
ellos aún los únicos a que se salven del naufragio de los valores
morales en que el hombre se debate en este ocaso de milenio,
trabaja con todas tus fuerzas en la construcción de un mundo mejor,
por cuanto un sólo ejemplo tiene más poder de persuasión sobre las
almas que un millón de palabras.
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Donde que estés, no te olvides de que el bien necesita de ti como
instrumento para manifestarse y no cruces los brazos, como se
nada tuvieras a ver con lo que acontece a tu alrededor.
ANDRÉ LUIZ(Del libro "CONFÍA Y SIRVE", Francisco Cndido Xavier,
Carlos A. Baccelli)
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