MARTES
Si, ¡felicidades!, y no pongas esa cara.
Hoy no es Navidad, ni año nuevo, ni tu cumpleaños.
Hoy es un día normal, pero un día para tí.
¡Qué suerte!
¡Felicidades!, porque estás vivo, respiras, caminas, tienes hambre y alimentos con que saciarte; tienes sed y agua para beber.
Tus ojos están abiertos para recibir el brillo de mil colores.
Tus oídos registran los sonidos más variados.
Tu tacto, tu piel, experimenta el escalofrío de mil sensaciones.
¡Felicidades!
En tu interior se despierta una variedad de sentimientos, de ideas, de preguntas y de respuestas, de palabras y silencio…
¡Felicidades!
…porque vives ahora y
aquí; porque tienes una familia, amigos que te aman, un hogar donde llegas cada día cansado del trabajo.
¡Felicidades!
…porque eres capaz de amar y ser amado, de gozar la paz y de darla.
¡Felicidades!
…porque poco a poco con algún sufrimiento y con alegrías, vas construyendo tu vida como persona, hijo, esposo, esposa, madre, padre, hermano, amigo… en el día a día.
¿Verdad que vale la pena que te feliciten aunque no sea un “día epecial”?
¿Pero… quieres decir que hoy no es un “día especial”?
Tienes a tu lado personas que te aman y alas que amar.
Tienes… tienes… tienes…
¿O te falta alguna cosa?
¿Te podemos felicitar o no?
¡Felicidades!
No te agobies por el mañana
Si, ¡felicidades!, vive el hoy y recuerda: vive en plenitud, sé positivo, haz el bien y no te preocupes por el mañana.
No es feliz el que hace lo que quiere, sino el que quiere lo que hace.
¡Felicidades!