La gloria de Dios es que el ser humano viva, “que el pobre viva” (Óscar Romero). Nadie puede engañarse, creyendo que ama a Dios, si no confirma ese amor en el amor a los hermanos. Sencillamente, basta que hagamos a los demás lo que queremos que ellos nos hagan a nosotros en los mil detalles de la vida de cada día. El amor a Dios es la razón para amar al prójimo y el amor al prójimo es la garantía de que nuestro amor a Dios no es un amor estéril y vacío.
Gracias por leerme, yo tambien leo todo lo tuyo y de todos, si veo un mensaje sólo con el num. uno lo contesto, porque está muy feo y muy solo el uno. Besitos y bendiciones. Casimiro.