EN LAS ORACIONES DE NAVIDAD
REMEMORANDO la Navidad, nos acordamos de que
Jesus es el Suprimento Divino a la Necesidad Humana.
Para el Sufrimiento, es el Consuelo;
Para la Aflicción, es la Esperanza;
Para la Tristeza, es el Buen Ánimo;
Para la Desesperación, es la Fe Viva;
Para el Desequilibrio, es el Reajuste;
Para el Orgullo, es la Humildad;
Para la Violencia, es la Tolerancia;
Para la Vanidad, es la Sencillez;
Para la Ofensa, es la Comprensión;
Para la discordia, es la Paz;
Para el egoísmo, es la Renuncia;
Para la ambición, es el Sacrificio;
Para la Ignorancia, es el Esclarecimiento;
Para la Inconformação, es la Serenidad;
Para el Dolor, es la Paciencia;
Para la Angustia, es el Bálsamo;
Para la Ilusión, es la Verdad;
Para la Muerte, es la Resurrección.
Si nos proponemos, así, aceptar Cristo por Maestro y
Señor de nuestros caminos,es imprescindible
recordar que su Apostolado no vino para
los sãos y, sí, para los antiguos
enfermos de la Tierra, entre los cuales nos alistamos...
Recogiendo, pues, acompañarlo y lo servís, hagamos de
nuestro corazón una luz que pueda que se inflame al
toque de su infinito amor, cada día, a fin de que
nuestra tarea ilumine con Él la milenária carretera
de nuestras experiencias, expulsando las sombras de
nuestros viejos engaños y despertándonos el espíritu
para la gloria imperecedera de la Vida Eterna
André Luiz
Libro Los Dos Mayores Amores
- Psicografia Chico Xavier - Autores Diversos
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