DIOS MÍO, ESTOY CONTENTO
Dios mío, estoy contento porque Tú me amas,
no obstante mi indignidad.
Dios mío, estoy contento porque te amo, no obstante mi miseria.
Dios mío, estoy contento porque puedo alguna vez,
no obstante mi nada, hacer que te amen.
Dios mío, estoy contento porque puedo sufrir algo por tu amor.
Dios mío, estoy contento porque Tú estás presente en la Eucaristía.
Dios mío, estoy contento porque eres mi Huésped divino.
Dios mío, estoy contento porque tu presencia bendita
en mi morada ilumina mi vida.
Dios mío, estoy contento porque eres mi fuerza
en los desfallecimientos de mi alma.
Dios mío, estoy contento porque eres mi consuelo
en las angustias de mi corazón.
Dios mío, estoy contento porque
Tú eres mi luz en las oscuridades de mi camino.
Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi riqueza en mi pobreza.
Dios mío, estoy contento porque si me has quitado mucho,
me has dejado todavía mucho más.
Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi Padre,
mi Esposo, mi Hermano, mi Amigo, mi Salvador,
el Huésped divino de mi corazón,
por medio de la gracia, la Vida de mi vida, porque Tú eres mi todo.
Dios mío, estoy contento porque
Tú eres la Belleza, la Bondad,
la Verdad resplandeciente de la que mi alma está sedienta.
Dios mío, estoy contento porque
Tú eres la eterna felicidad de aquellos que he perdido.
Dios mío, estoy contento porque creo
que los he de ver y gozar en los esplendores de la vida eterna.
¡Oh mi buen Maestro!
Te doy gracias de haberme hecho encontrar
tantos corazones nobles y buenos.
¡Oh mi buen Maestro!
Te doy gracias del perfume de las flores,
de la hermosura de las almas,
del reflejo aquí debajo de todas las inmortales bellezas.
¡Oh mi buen Maestro!
Te doy gracias de haberme permitido gozar de
todas las maravillas de tu creación.
¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias
de todos los bienes que poseo todavía
y de todos aquellos que espero de
tu misericordia infinita en este mundo
y en el otro para mí y para todos aquellos que me son queridos.
Amén.