LOS GENES DEL ARTE
Siempre he llevado conmigo
los genes del arte.
Mi padre fue rapsoda,
mi madre cantante.
Llegaron a hacer teatro,
llegaron a hacer baile.
Pero desencantados
de aquel mundanal ruido
de famosos y de infames,
al final se dedicaron
a profesiones venales:
mi madre se hizo oficinista,
mi padre representante
de una casa de fregaderos
de acero inoxidable.
Se les oxidaron los recuerdos
de su pasado y de su arte,
pero tuvieron la inmensa
dicha
de no envejecer como artistas
sino como personas normales.
Juan Gomez Capuz