Educar no es dar una carrera para vivir, sino, templar el espíritu para triunfar en las dificultades que nos da la vida.
La paciencia es una sabiduría; el que sabe esperar siempre gana; los arrebatados ya están vencidos, antes de haber empezado la carrera.
Los que leen mucho, saben mucho; pero, los que piensan y meditan, y también reflexionan y recapacitan, a veces, saben mucho más.
El conocimiento y la perfección, no tienen límites ni jamás lo tendrán; ninguna tarea grande se hizo sin esfuerzo; quien quiera evolucionar y lograr la perfección, que cultive la paciencia y la perseverancia.
En toda nación hay problemas que solucionar; en todo hospital hay heridas que curar; en toda hermandad hay mucho trabajo por hacer; y en todo buen corazón esta el poder para hacerlo.
Las tres cosas mas difíciles de esta vida, son: saber guardar un secreto, disculpar una ofensa y aprovechar el tiempo estudiando y trabajando.
Qué digo, a quién lo digo, cómo, dónde y cuándo lo digo; esto es lo que todo hombre prudente debe de considerar siempre antes de hablar.
La vida es una constante lucha; desde que nacemos hasta que morimos; debemos ir siempre adelante en el combate dejando huellas de ejemplo para las futuras generaciones.
Luchemos por la justicia, aunque nos persigan; luchemos por la igualdad, aunque nos torturen; luchemos por la libertad, aunque nos encarcelen; luchemos por la verdad, aunque nos cueste la vida; pero, sobre todo, luchemos por el conocimiento y la perfección que nos conducirán hasta la morada de nuestro Padre Celestial.
Siempre tengamos presente que las grandes y nobles empresas, se hacen realidad en base de muchos esfuerzos y sacrificios.
Recordemos que una vela prendida, podra prender cien mil velas apagadas; pero cien mil velas apagadas, jamás podrán prender ni una sola vela.
Cuanto más conocimiento tengamos, más compromiso tenemos de enseñar; porque el conocimiento es universal y debe ser compartido con todos y para todos.
Si habiendo oportunidad no la aprovechamos, en vano la esperaremos cuando ya haya pasado.
Nunca debemos decir, lo que tenemos que callar; y nunca debemos callar, lo que tenemos que decir.
El hombre no muere cuando deja de existir; sino, cuando deja de tener Fe en Dios.
Y recordemos que más cerca de Dios, no está el que más sabe; sino, el más humilde y manso de corazón.
No olvidemos que la acción es después del pensamiento; por lo tanto: primero pensemos y luego actuemos.
Todo grande empezó siendo pequeño; y lo que nació grande, perdió el mérito de la verdadera grandeza.
Tengamos presente, que una de las causas de la soberbia, es el amor propio desmesurado; muchos se arriman a esta soberbia para compensar su falta de meritos; no caigamos en este humillante pecado.
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Meditemos nuestra decisión, pero aprendamos a ser rápidos; pues la rapidez es factor esencial del triunfo y la victoria.
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Si aceptamos un buen consejo y lo aplicamos, estaremos aumentando nuestras posibilidades...
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Lo que damos tiene que ver con lo que somos en realidad.
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Hay que hacer lo que decimos Ser.
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Los que sienten pena solo manifiestan lástima. En cambio, los que tienen compasión hacen algo al respecto. Los compasivos ponen sus oraciones en movimiento y traducen sus palabras en actos de bondad.
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Las pequeñas obras realizadas son mejores que las grandes obras planeadas ". - Peter Marshall.
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El amor es un don de Dios, quien lo rechaza muere en vida, quien lo acepta vive para siempre.
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El optimista ve de la rosa, la rosa y el pesimista la espina.
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Jamás se descubre mejor un hombre que sabe poco, que cuando habla mucho.
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No dejes ir los segundos, con ella se van las horas, los días, los años... y la vida misma.
" Malos pensamientos Producen malas actitudes"