Los principales factores que deberían considerarse en este tipo de
plantas son la humedad del suelo, la luz, la humedad ambiental, la
temperatura, los fertilizantes, el enmacetado y el control de plagas.
Humedad del suelo
Tanto el exceso como la escasez de riego
pueden ir en detrimento de la planta. La mejor forma de determinar si
una planta necesita riego es comprobar la humedad del suelo. Para ello,
se toca la superficie de la tierra y se introduce un dedo ligeramente en
el sustrato. El suelo puede variar entre muy mojado (como si estuviera
recién regado) a muy seco. Típicamente, una planta de interior necesita
riego alrededor de una vez por semana, aunque no se recomienda aplicar
esta regla con rigidez. Para regar, rociar agua uniformemente sobre la
superficie del sustrato hasta que empiece a drenar por el fondo de la
maceta, lo que asegura una completa saturación.
Luz
A través del proceso de fotosíntesis
las plantas convierten la energía solar en energía química, lo cual las
hace crecer. Los dos importantes factores a la hora de proporcionar luz
a una planta son la intensidad y la duración.
Cada tipo de planta requiere una intensidad de luz diferente. La intensidad (o calidad) de luz es difícil de medir sin un luxómetro, el cual realiza las mediciones en unidades de lux.
100 lux o menos se considera normalmente como "intensidad baja" o luz
"indirecta". Una oficina luminosa tiene una iluminación aproximada de
400 lux. 1.000 lux o más se considera iluminación de "alta intensidad".
La luz del sol directa en el exterior está en el orden de los 32.000 a
100.000 lux.
La duración de la exposición luminosa es tan importante como la
intensidad. La calidad de exposición de entre 8 a 16 horas es ideal para
la mayoría de las plantas. En el hemisferio norte, las ventanas con
orientación Sur tienen la mayor cantidad de exposición solar, mientras
que las orientadas al Oeste, Este y Norte tienen una exposición
progresivamente menor. La luz solar directa es ideal, pero la luz solar
natural a través de una ventana es imprevisible - los cambios
estacionales, la cobertura nubosa y el tratamiento de los cristales
pueden afectar a la cantidad de luz entrante.
Las fuentes de luz artificial pueden suministar una alternativa o
suplemento a la iluminación recibida de las ventanas. La luz
fluorescente proporciona una excelente calidad luminosa, mientras las
bombillas incandescentes estándar estimulan muy poco el crecimiento. Los
fluorescentes "azules" o "fríos" facilitan la luz necesaria para las
plantas de follaje verde, en cambio los "cálidos" o "rojos" son
adecuados para las plantas de flor. Existen bombillas fluorescentes que
encajan en los casquillos estándar.
Suelo
Las plantas de interior se cultivan generalmente en suelos especiales llamados compost de enmacetado o sustrato de enmacetado,
no en tierra natural. Una buena mezcla de sustrato para macetas incluye
acondicionadores de suelo que suministren a la planta nutrientes,
soporte, drenaje y aireación adecuados. La mayoría de estos compost
contienen una combinación de turba y vermiculita o perlita.
Sin embargo la preocupación por los daños medioambientales causados en
los marjales están induciendo a sustituir la turba por fibra de coco, un
recurso sostenible.
Si se opta por utilizar tierra natural de la zona se debería, como
primera medida, esterilizar por calor, metiendo el sustrato en un horno a
90ºC durante el menos 30 minutos. Esto evitará que la tierra contenga bacterias dañinas. La mayoría de las tierras, en especial aquellas con una alta proporción de arcilla,
no drenan lo suficiente como para ser consideradas un medio de
crecimiento adecuado para plantas de interior, por lo que se utiliza la
turba o la fibra de coco para aumentar la aireación y hacer más
absorbentes los suelos pesados. La vermiculita y la perlita ayudan
también al drenaje aunque es más recomendable la perlita, ya que no se
desmiga tan fácilmente. Si es necesario también se puede usar arena
gruesa o gravilla como sustituto para aumentar el drenaje. Estos tres
ingredientes se pueden mezclar en varias proporciones para crear
diferentes tipos de sustrato de enmacetado. Para plantas que requieran
un drenaje rápido, como los cactus,
se utiliza más cantidad de arena gruesa, gravilla o perlita. Para las
que necesiten mayor cantidad de humedad se usará más turba o fibra de
coco. Una buena mezcla de sustrato para todo tipo de plantas consiste en
2 partes de fibra de coco y 1 parte de perlita (o vermiculita). La
llamada "mezcla de sustrato pesada" contiene tierra esterilizada, musgo
de sphagnum
desmigado o fibra de coco y perlita en proporciones iguales. También es
posible hacer una mezcla de sustrato que no contenga nada de tierra
mezclando a partes iguales turba y perlita (o vermiculita), esta
combinación retendrá más la humedad.
Temperatura
La mayoría de las plantas de interior son especies tropicales
seleccionadas por su adaptación al crecimiento en un clima que varía
entre los 15º a los 25°C, similar al que existe en la mayor parte de las
casas. El control de la temperatura en otras plantas con requisitos
diferentes necesitará prestar más atención al calentamiento y/o
enfriamiento del lugar.
Humedad ambiental
La humedad es algo más difícil de controlar que la temperatura. La
mayoría de las plantas prosperan con un 80% de humedad relativa,
mientras que la mayor parte de las casas mantienen entre un 20% y un
60%. Además de comprar un humidificador, hay alguna formas caseras que
pueden aumentar la humedad. Uno de los más populares es usar pequeños
guijarros, cristalitos esmerilados u otro material similar, se coloca
una cama de este material en el fondo de la maceta de drenaje de la
planta y se llena de agua, la evaporación de esta agua producirá humedad
alrededor de la planta. Otro de los métodos es agrupar las plantas en
lugar de colocarlas aisladas en zonas con corrientes de aire.
Fertilizantes
En condiciones de enmacetado, los nutrientes de la tierra llegan a agotarse al cabo del tiempo, los fertilizantes
suministran estos nutrientes artificialmente. Sin embargo, añadir
fertilizantes innecesariamente puede ser perjudicial para la planta, por
lo que hay considerar algunos síntomas como crecimiento lento,
amarilleamiento de las hojas o caída de hojas nuevas para juzgar si el
abonado es necesario.
Los fertilizantes se marcan normalmente con números, como 20-20-20. Estos indican el porcentaje de nitrógeno, fósforo y potasio,
elementos necesarios para el crecimiento vegetal. La combinación
20-20-20 es generalmente adecuada para plantas verdes, mientras que
10-20-10 es habitualmente mejor para plantas de flor.
La seguridad de un fertilizante depende de la disolución que se pueda
hacer del producto. Aunque se puede producir alguna variación
dependiendo de la marca, una regla general es diluir una cucharada por
cada 3,5 litros de agua. En todos los casos, es más seguro
infra-fertilizar que sobre-fertilizar. Esta disolución se utilizará para
regar las plantas y se vigilará el crecimiento para determinar si se ha
conseguido el efecto deseado y la frecuencia con que debe ser
administrada. Las necesidades de abonado pueden variar entre quincenales
hasta cada tres meses.
Tipos de maceta y tamaños
parodia microsperma cultivada en una maceta de plástico
El tamaño de las macetas es un factor importante a considerar. Una
maceta demasiado grande provocará el enfermamiento de las raíces debido
al exceso de humedad retenida en el sustrato, mientras que una maceta
demasiado pequeña restringirá el crecimiento de la planta. En general,
una planta puede permanecer en la misma maceta durante aproximadamente
dos años.
Existen una amplia variedad de macetas, pero normalmente se pueden
dividir en dos grupos: las porosas y las no porosas. Las porosas son
normalmente de barro, material altamente recomendado ya que proporcionan
una mejor aireación, al permitir el paso del aire por los laterales.
Las no porosas, como las de cerámica o plástico tienden a mantener más
tiempo la humedad y restringen el flujo de aire. Otra característica
necesaria son los agujeros de drenaje. Normalmente las macetas vienen
con agujeros en el fondo para permitir que escurra el exceso de agua de
la tierra y evitar la podredumbre de las raíces.
Opuntia monacantha cultivada en maceta de barro cocido
En el caso de que una maceta no posea estos agujeros, se puede crear
un mecanismo de drenaje poniendo fragmentos de arcilla o guijarros en el
fondo antes de llenarla con el sustrato, lo cual hará que el exceso de
agua se deposite en este espacio en lugar de permanecer en la tierra.
Las macetas viejas se deben lavar cuidadosamente para eliminar cualquier bacteria, causada por una planta enferma, que hubiera podido quedar.
Un método alternativo de encapsulamiento, que al mismo tiempo permite
de crear, entro de la maceta, un depósito compuesto del agua,
suficiente por lo menos para catorce días, comtempla el uso de un
dispositivo sellado en material permeable (tejido no tejido), que
contiene en su interno justo todo el necesario para el mantenimiento y
el agua-drenaje de plantas ornamentales. Poner el dispositivo en agua,
esperar 40 minutos, para dar el tiempo de ampliarse totalmente (absorbe
hasta 450 vez por su peso en agua), ponerlo en un pote con un diámetro
conveniente, agregar la planta y terminar el encapsulamiento como de
costumbre. El fertilizante de liberación continua, contenido en el
dispositivo, asegura la justa cantidad de sustancias alimenticias para
la entera estación de crecimiento. Según las indicaciones proveídas por
el manufaturer, el dispositivo (nombrado "Florero®" o "IrriGò Magic
Disk") es por otra parte capaz de asegurar el correcto drenaje del
suelo, y prevenir la putrefacción del aparato radical.