Tuve una mujer de pálida sombra
que entraba en mi alma a cualquier hora.
Anidaba en mis recuerdos
y me acariciaba con su desdén más hermoso.
Tengo un alma colmada de estrellas del color de tus ojos.
Tuve un sueño voraz que devoraba
cada pliegue y cada latido de mi corazón.
Me envolvía con ternura
y con dulzura me llevaba hacia tus brazos.
Tengo un corazón que late con fuerza en los surcos de tus labios.
Tuve un dolor fiel y desenfrenad o
que ocultaba mi voz en un eco difuso.
Era digno carcelario
de mis secretos mas lejanos y terribles.
Tengo una voz que entristece al pronunciar tu nombre.
Tuve un mar brotando de mis ojos
por un amor que apenas conocí.
Cada mañana partía
para encontrarse con tu altiva mirada.
Tengo tu amor oculto en cada horizonte que contemplo.