Muchas veces te dije
que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien.
Que a esta unión de nosotros
le hacía falta carne y deseo también.
Que no bastaba
que me entendieras y que murieras por mí.
Que no bastaba
que en mi fracaso, yo me refugiara en ti.
Y ahora ya ves lo que pasó,
al fin nació, al pasar de los años
el tremendo cansancio
que provoca ya en ti ...
Y aunque es penoso lo tienes que decir.
Por mi parte, esperaba
que un día el tiempo se hiciera cargo del fin.
Si así no hubiera sido,
yo habría seguido jugando a hacerte feliz.
Y aunque el llanto es amargo,
piensa en los años que tienes para vivir.
Y mi dolor no es menos,
y lo peor es que ya no puedo fingir.
Y ahora a tratar de conquistar con vano afán
este tiempo perdido,
que nos deja vencidos,
sin poder conocer
eso que llaman Amor para vivir.
Pablo Milanes
|