Es una de las quejas más frecuentes de las mujeres: los hombres mentirosos. Conozca las diferentes clases para desenmas
Un
estudio realizado por científicos de la Universidad de California, ha
demostrado que los mentirosos tienen más sustancia blanca que gris en el
lóbulo frontal.
“Esta clase de hombres mienten por diversos motivos. La inseguridad es uno de ellos y el más recurrente”, asegura la socióloga argentina Esperanza Ruiz. Los mentirosos se pueden clasificar en:
Mentirosos compulsivos:
-
Son aquellos hombres que encuentran excusa para todo y mienten sobre
todo hasta el punto de perder la noción ellos mismos de la cantidad de
mentiras que inventan.
- Nunca reconoce que miente porque él mismo se cree sus embustes.
Mentirosos piadosos:
-
Son aquellos que mientes esporádicamente para salir de alguna situación
incómoda. Alguna excusa para no querer salir, el que se hace negar
cuando se lo llama o el que retrasa alguna respuesta.
Mentirosos para aparentar:
-
Suele comentar sobre su coche último modelo, sobre sus viajes, acerca
de su éxito con las mujeres o en los negocios cuando en realidad nada de
esto es cierto. Su baja autoestima lo obliga a demostrar algo que no
es.
Más
allá de las claves para conocer un poco más qué clase de mentiroso se
tiene al lado, hay que tener en cuenta sus gestos ya que éstos, a no ser
que sea el mayor de los actores, lo delatan.
“La
mirada suele decir lo que ellos no quieren que se sepa. Las mujeres
debemos estar atentas hacia dónde dirigen la mirada cuando nos están
hablando.
La experiencia indica que si se mira al suelo, se
pestañea más de lo normal y si son diestros y miran hacia la derecha
cuando hablan, es muy probable que no estén diciendo la verdad”, comenta la especialista.
“El
mentiroso suele esconder sus manos en sus bolsillos, cruzar los brazos o
esconderlos en su espalda y sus labios tienden a estar inmóviles, gesto
inconsciente para evitar que salga la verdad al descubierto”, sigue diciendo Ruiz.
Las
actitudes diferentes en su personalidad también son un signo de alerta.
Si está más cariñoso de lo normal, hace regalos sin que sea ningún día
especial y ésta es una conducta no habitual en él, o quiere impedir
cualquier momento para hablar es porque algo está pasando.
Según
otro estudio del neurólogo norteamericano Paul Ekman asegura que una
mirada vaga, la pupila dilatada, entrecejo fruncido o una apertura
excesiva de los ojos, demuestran la mentira.
Cuando se miente,
la mitad superior del rostro, (ojos, párpados y frente) encubre menos
los sentimientos, en cambio la parte compuesta por mejillas, nariz y
boca sabe disimular las intenciones.
Investigaciones al respecto
son las que sobran. Un reciente estudio, tras examinar a 130 voluntarios
mientras hacían comentarios honestos y deshonestos, concluyó que los
mentirosos suelen tocarse la nariz y jugar con el cabello veinte por
ciento menos veces que aquellos que dicen la verdad.
Los mentirosos usan mucho los gestos metafóricos, especialmente cuando la mentira se encuentra bajo sospechas.
Suelen
mover mucho las manos en gestos exagerados o tocarse el corazón para
manifestar amor. Usan las señas un veinticinco por ciento más que los
que dicen la verdad. de la red
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