SOLO Y SIN TI
Solo y sin ti; desalentado espero: Pierdan fuerza los pies de cada hora. Inicias el camino; se incorpora mi fe a la acción, su ritmo es más ligero.
Te aproximas; percibo tu velero sobre la azul sonrisa de la aurora. Llegas, al fin, y el tiempo se evapora; ya no hay reloj, y se borró el sendero.
Tu forma, elaborada por la mente, cobra autenticidad, ya no es ausente sombra o perfil, mas realidad tajante.
Es cuerpo y alma en cópula y abrazo, exaltación del tacto, ramalazo sobre cada sentido del amante. Texto de Francisco Álvarez Hidalgo
|