Cinceladas al azar
*
―De una cincelada al azar se hace
o se destruye la pintura más bella
convertida letra. Y las que están
en el ‘Prado’ museo de los sueños
y deseos, esas solo se aprecian
a la distancia con el pincel y
la paleta en la mano,
llena de colores y un abecedario completo.
―«Míralo, ay poeta, llevas una cara
de pintor aburrido al no conseguir
salvar tus letras. Con los ojos
cansados, llenos de sueño, aburridos,
¿cuánto tiempo llevas esperando
que llegue tu ‘musa’ a la galería
de tus quimeras?» La cual por última
vez esa noche te abandonó siéndote
infiel, y cuando ella no regresó.
Te caíste del pedestal, de
la nube color de rosa, como Karl Wallenda.
―¡Ay pintor de versos, lo sé, me das
pena! Porque jamás volviste al óleo
de tus rimas, estrofas y versos.
«Esa ramera ya no te llenaba,
aunque todavía amas a tu Magdalena,
jamás la volviste a pintar.» Aunque
todavía existe en la galería de tus pensamientos.
―Sé que de vez en cuando muestran
algunos rastros de ella en los circos
de juglares baratos, asfixiados por el
alcohol, el humo y los perfumes
baratos. En donde se oyen
carcajadas de seres vestidos
de espantapájaros, casi
desnudos. Declamando versos
y rimas a oídos sordos y ojos dormidos. Bravo, bravo…
―De viejo murió esperándola, sin
volver a tocar otro cuadro, bravo,
bravo, y entre el invierno y la primavera
en el bosque desapareció.
«No se sabe si con ella.»
Jamás se supo del viejo payaso,
el de la nariz transparente y versos
de cristal. Hoy queda uno que otro
cuadro y nadie los quiere sacar de los
closets, porque fueron muchos los
bochornos. Cuando ella salía vestida
en vez de desnuda. Para qué seguirse
molestando, a él lo mataron lentamente.
Silenciando sus versos, y rimas que ya no
laten en retratos de muerte. Así quemaron
a Juana de Arco por hereje, también
los pinceles, la letra y los cuadros.
Hoy solo sobrevive uno completamente
desnudo, así nace, vive y
muere la poesía… Como decía
Machado y Darío y una vez
Cervantes a Góngora: “los versos
desnudos” dan más placer,
cuando dejas a la imaginación
tranquila, para que juegue en éxtasis con su propio placer.
*
Luis
Playa de Fajardo, PR.
1-17-13
|