Cómo eliminar la tensión
En mi experiencia como sanador he explorado una gran variedad de terapias y modalidades de sanación, y he observado que - sea cual sea el sistema que se utilice - algunas personas son sanadas con una determinada técnica, otras no, y algunas sanan por sí solas.
De la gran variedad de métodos daremos una lista parcial dividida en cuatro categorías principales:
Física.- Hierbas, fármacos, homeopatía, dieta y suplementos nutritivos, cirugía, quiropráctica, masaje, respiración profunda, enemas, lavajes, ayunos, electricidad, magnetismo.
Emocional.- Afecto y atención, risa y juego, liberación de la ira, enfrentamiento con el miedo, color, aromas, música.
Mental.- Placebos, hipnosis, auto-hipnosis, psicoterapia, imaginería guiada, visualizaciones, afirmación positiva.
Espiritual/ Metafísica. - Pirámides, cristales, objetos orgánicos, limpieza del aura, cirugía psíquica, imposición de manos, remedios florales, acupuntura, digitopuntura, telepatía, psicokinesis aplicada, oración, fe, «remisión» espontánea.
Aunque esta clasificación pudiera parecer arbitraria, esta lista parcial resulta abrumadora. Si el cuerpo pude ser sanado por todos estos métodos - y hay un numeroso historial de éxitos en cada caso - entonces, claramente, cada método es sólo un instrumento a través del cual tiene lugar la sanación. Las teorías de sustitución química en procesos de sanación son inadecuadas cuando se consigue el mismo resultado con imposición de manos. Igual sucede con las teorías de corrección quirúrgica al obtener la sanación mediante sugestión hipnótica, o con las teorías de armonía espiritual, llegando al mismo resultado con una dieta balanceada. Por lo tanto, debemos buscar un hilo común que relacione los diversos procesos.
Sería conveniente disponer primero de una definición de lo que es la salud, la enfermedad y la sanación. En la tradición chamánica Kahuna de Hawai - donde estudié desde adolescente - salud se iguala a energía. Gozar de buena salud es gozar de abundante energía. Tener poca salud es sufrir debilidad o falta de energía. Enfermedad se iguala a tensión, La armonía puede ser traducida como un estado de «gran energía». La palabra para designar «amor» puede significar también «compartir energía» (aloha).
Para ponernos de acuerdo, llamaremos «salud» al estado de energía armoniosa, y a la armonización y donación de energía: «curación» o «sanación». Para significar «enfermedad» usaremos la palabra «desarmonía», y al problema que la causa, lo llamaremos «aflicción», que significa «exceso de estrés o tensión».
Al nivel más básico y práctico, un cuerpo está sano según el grado de salud de sus células. Una célula sana es la que está en armonía con su ambiente, goza de abundante energía y realiza eficazmente la función que le está asignada, de acuerdo a su localización en el tiempo y en el espacio, Para ello, la célula necesita un suministro adecuado de nutrientes y un efectivo sistema de evacuación de desechos. Si se dificulta el flujo nutritivo o el trabajo del sistema de limpieza, disminuyen la eficacia, la energía y la armonía de la célula. Puede, entonces, reducir su función, realizar una función inadecuada o dejar de funcionar totalmente. Cuando el número de células afectadas es lo suficientemente grande como para hacer notar su malestar a la atención consciente mediante algún síntoma, se dice que el cuerpo - o parte de él - está enfermo.
Un buen método de sanación es el que corrige directa o indirectamente una nutrición o evacuación de desechos inapropiada. Ya que son tantos los métodos diferentes que pueden lograr esto, conviene considerar el factor común que produce la molestia o enfermedad: la tensión.
La tensión o constricción es lo que sucede a nivel celular cuando la desarmonía es evidente. Ella constriñe el fluir de nutrientes a la célula e inhibe el proceso limpiador, primordialmente a través de la rigidez muscular. Es importante tener en cuenta que algunos tipos de músculos - los voluntarios - se usan para el movimiento corporal y otros - los involuntarios - para apoyar y proteger los órganos y el sistema nervioso. De modo que la tensión podría ser a nivel inconsciente.
¿Cuál es la causa de la tensión? En lugar de detallar los factores físicos, mentales, emocionales, espirituales, circunstanciales y ambientales que colaboran en producir tensión, busquemos su nexo común. La tensión es el efecto natural de la resistencia al cambio. La resistencia no es mala en sí misma: nos permite darnos cuenta del efecto de nuestro ambiente, del esfuerzo en el caminar, en ejercitar los músculos con ejercicios, en superar diversos desafíos, y en lograr metas que amplían nuestra destreza y capacidad para aprender. Pero esto se refiere a un tipo flexible de resistencia, o a un equilibrio dinámico entre resistencia y ductibilidad, como la de un árbol cuando crece en un lugar azotado por el viento.
La tensión procede de una resistencia rígida, la que sobrepasa el punto en que es eficaz y entra en la zona en que malogra la acción por ejecutar. Se produce por miedo consciente o inconsciente hacia lo que se está resistiendo, La persona puede creer que aquello es peligroso, o que sería peligroso no resistirse. Normalmente, el cuerpo intenta alejarse del peligro con el fin de neutralizarlo, o procura bloquear el tomar consciencia de él, debido a que el organismo busca automáticamente restablecer la armonía cuando aparece la desarmonía. En el caso que los recursos existentes no basten para alejar la situación de peligro, el esfuerzo continuado del organismo para evitarla o deshacerse de ella se transforma en tensión. Cuando esto llega a ser lo suficientemente doloroso como para trasmitirse a la consciencia del individuo, el sujeto busca algún otro método que sea más eficaz.
Básicamente, son sólo dos las conductas que pueden seguirse frente a la tensión: eliminar aquello contra lo que uno se resiste, o dejar de resistirse (cambiar de reacción), Todos los métodos de curación - hasta los métodos espontáneos del cuerpo mismo - emplean una de estas dos posibilidades, La cirugía, por ejemplo, puede recurrir al primer método extrayendo un objeto - una bala - al que el cuerpo se está resistiendo. O el segundo método: suturando partes separadas del cuerpo o implantando una parte nueva. La imposición de manos podría utilizar el primer método, provocando la disminución o desaparición de un tumor; o el segundo, aumentando la energía del cuerpo. Una persona normal recurre al primer método cuando apaga el fuego para no quemarse, mientras que una persona con dotes parapsicológicos podría hacer uso del segundo, alterando la sensibilidad de su cuerpo para que el fuego no le produzca una quemadura (los chamanes que caminan sobre brasas).
A partir de mi propia experiencia como sanador, estoy convencido de que la salud es un estado natural de energía armoniosa que se encubre o inhibe - desarmonía - por la tensión. Si eliminamos el estrés excesivo por acción o reacción, aparece la salud. Ella ha estado latente todo el tiempo, esperando manifestarse. No importa el método; no habrá sanación hasta que el flujo de energía del cuerpo o de la célula no se haya restaurado. Eliminar o cambiar la resistencia mejorará el flujo de energía y producirá o favorecerá la sanación.
Muchos sistemas modernos de sanación resultan a menudo ineficaces porque intentan ser demasiado exclusivos. En otras palabras, tienden a tratar la enfermedad como si estuviera causada únicamente por estados físicos, emocionales, mentales o espirituales, rechazando otros estados como si no tuvieran injerencia en el hecho. Pero la tensión puede proceder de cualquiera de estas áreas, y normalmente se manifiesta con síntomas mezclados. Hasta algo tan simple como un dedo aplastado por un martillo puede estar relacionado con un sentimiento de culpa, o con la confusión sobre el rumbo a seguir en la vida, o con una enajenación mental, o con todo esto junto. Si se trata el dedo sólo en un nivel físico, la sanación será más lenta porque la tensión continúa existiendo en los otros planos del ser. Cuando un sanador ignora los otros estados, perjudica a la persona que quiere sanar. Con frecuencia, suele darse una mejoría drástica en la salud mental gracias a la nutrición adecuada; se eliminan tumores por hipnosis, y la liberación emocional cura la apatía espiritual. Rara vez un sanador puede hacerlo todo para una persona, pero la empatía lleva al sanador adecuado al cliente adecuado en el momento adecuado.
La sanación sólo puede darse porque existe un estado armonioso óptimo - potencial - hacia el cual el cuerpo se siente atraído, y se moverá hacia él espontáneamente siempre que le sea posible. La tensión, causada por la resistencia y producida por el miedo, produce desarmonía y relaciones discordantes en los distintos planos del ser. La sanación - acto de armonía y amor - elimina la tensión y devuelve al cuerpo su energía armoniosa que tanto ama.
El fundamento común de toda sanación no puede ser otro que el amor puro y sencillo: el amor del sanador - reconocido o no - hacia quien necesita sanación y el amor del que será sanado - consciente o no - hacia el estado de armonía y de energía plena. Puede ser que el amor se utilice o no como un método de sanación, pero siempre está en el proceso.
Serge Kahili K.
Traducido y extractado por Ester Silva de
Serge Kahili King.- Instant Healing