Mi mujer amada
Tú eres mi mujer amada Dulce y querida de mi vida Si aun tienes duda, besa mi boca Y sabrás que eres mía, solo mía.
Si por esa crueldad del destino Por el camino no encuentras mis pasos Búscame en la oscura noche, aquella Donde ilumina tu mirar de estrella.
Mi amada bella y tierna flor Que me das el alimento de tu boca Dulce miel que libo de tu aliento Que nace desde el fondo de tu alma.
Mi amada déjame ser siempre Tu abrigo que llene de calor Tus noches frías y mis manos Unan tu delicado cuerpo al mió.
Amada mía disfrutemos De esta serena y calida noche De todo este amor plenamente.
Disfrutemos hasta el amanecer cuando Despiertan las aves y de las flores Y aquí en nuestra habitación Se sentirá el aroma, tu aroma, amada mía.
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