La fiesta de los fieles difuntos es la gran oportunidad del calendario liturgico para pedir Misas y orar por las almas de nuestros familiares y amigos difuntos porque ellos ya no pueden hacer nada por si mismos pero si pueden recibir las oraciones por sus almas.
La Misa es la mejor ofrenda que podemos hacer a las almas que aun esperan en el Purgatorio, ya que nuestra fe activa acorta su purificación y acelera su entrada al Reino de Dios.
No perdamos esta gran oportunidad, hagamos algo excepcional por las almas del purgatorio, Dios espera nuestra respuesta.