Hermoso, brilla el dìa,
la luz salió de nuevo,
el mar está en calma
y sus olas me cautivaron.
Mis ojos están nublados;
al despertar, te siento,
y el azul de tu cielo,
me transmite pureza.
¡Eras tú la niña de mis sueños,
amor mío, de mi alma!
Porque desde la orilla del Estrecho,
huelo a canela y azahar,
navegues por donde navegues,
y hasta en aguas contaminadas
por Córdoba, Sevilla o el Puerto
en dirección al Mediterráneo.
Mujer clara y profunda,
otras noches te espero
y me baño en tus brazos,
y me tiendo en tu boca.
Josè Salguero Duarte
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