MEDIA NOCHE
Este silencio lleno de morfina
goza un mareo de profundidades, donde el alma poética se inclina atisbando soñadas claridades;
y se pierde en la sed, de una divina procesión de simbólicas beldades: novia blanca, y azul, y cristalina, novia llena de espiritualidades.
Las doce de la Noche. Muy aprisa pasa el arco invisible de la brisa sobre el cordaje rudo de la fronda;
y el soñador bohemio, bajo una borrachera, vacua ante la luna que le clava su hostia pura y honda.
Luís Pales
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