Esa mujer que tú amas con locura,

se burla de tus quejas lastimeras

sin importarle nada tu amargura.

Hace tiempo que vienes implorando

para tu pobre corazón herido,

las secas pajas de un amor sincero

para en tu pecho fabricar un nido.

¿Por qué ese amor que tanto te conmueve,

por el que sufres y has llorado tanto,

no lo reemplazas por afectos nuevos

que tienen, por lo nuevo, mucho encanto?.

¡No sufras más!

Arrancate del alma ese pedazo roto y lastimado.

Arráncate ese amor que te hace niño

y que te obliga a andar arrodillado.

No digas que no puedes, ¡ nó !.

Que tu destino es amarla con locura,

que morirás pidiéndole cariño

aunque le importe poco tu amargura.

¿Y el destino de ella, cuál es?

¿Hacerte triste, contemplarte herido...

tenerte como siervo y como esclavo,

porque la quieres, porque no has vencido?

Apártate y verás como te busca.

Apártate aunque sufras y aunque llores...

Ya verás como existen más mujeres;

ya verás como llegan los amores.

! Y entonces !

Al saber que ya eres de otra,

que la herida de tu pecho está cerrada,

sentirá el dolor que tú sentiste

y sufrirá juzgándose olvidada.

Después...

Tú verás si la perdonas,

si la sepultas en tu gran olvido......

o si con ella y con las pajas secas,

de nuevo empiezas a formar el nido.

Guillermo Baena