Que Siempre Seas
Una corta pero muy buena historia. Se miraba en el espejo, pero solo se sentía triste.
Era totalmente diferente de sus padres: él era oscuro y sin brillo, mientras que sus padres eran brillantes, realmente lindos. La mamá le decía: - Tranquilo, hijo, un día, serás más bonito que yo. Iba a la escuela donde se encontraba con muchos otros: perlas, rubíes, joyas de todos tipos. Todos brillando, menos él. Se convirtió en el chiste del colegio. Sin embargo, un día, fue a parar en joyero. Con mucha pericia, éste lo tocó y fue quitando mucho de sí. Cuando terminó, horas más tarde, se miró en el espejo y no lo podía creer: era un diamante como sus padres. En el regreso a su casa, el hijo decidió preguntar: - ¿Qué era todo aquello que el joyero me quitó? Sabes hijo, tenemos muchas cosas que no hacen parte de nosotros. Hay mucha negatividad en los pensamientos y sentimientos. Ira, codicia, apego... todo eso hace parte de uno. La única forma de convertirse en diamante verdadero es eliminar todo ese exceso de negatividad y simplemente experimentar lo que realmente somos, seres de luz, muy brillantes. Autor desconocido.
Con Cariño Y Mucho Amor!!
Carlitos
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