Dios Y La ley

La mayor parte de nosotros decimos creer en Dios, pero ¿en verdad creemos? ¿De qué manera lo sentimos o lo vivimos? Lo recordamos en nuestra tristeza, en nuestra desesperación, le pedimos por todas nuestras carencias, pero ¿es Dios el creador de nuestras carencias?
Dios es principio y fin, eternidad, omnipotencia y por sobre todas las cosas: Amor.
El ser humano está hecho a imagen y semejanza de él, en esencia, somos amor también. Venimos de Él y regresamos a Él.
Dios, es perfecto y ha creado al hombre perfecto, la estructura de nuestro cuerpo físico es prueba de ello ¿Qué máquina más perfecta hay que nuestra mente y nuestro cuerpo? Nada lo supera, ¿Pero qué uso hacemos de él? ¿En que pensamos? ¿Cuáles son nuestras actitudes? ¿Cómo cuidamos nuestro cuerpo y nuestra mente? ¿Es Dios responsable de nuestros pensamientos y nuestras acciones? No, también nos dio el libre albedrío. El ser humano es creador y tiene la capacidad de crear el bien y el mal, se nos ha dado la opción.
¿Es Dios creador o cómplice de la maldad? Siempre que vemos niños que sufren, injusticias, o actos de terror como los secuestros y asesinatos nos preguntamos ¿en dónde está Dios en estos momentos?... Dios está en su sitio, no es creador del mal ni hace caso omiso de ello, el hombre es quien lo crea. Dios no juzga, pero existe la Ley de Causa y Efecto, todo lo que hagas (bueno o malo) se te devolverá en la misma intensidad. No es premio ni castigo, es justicia divina.
¿Cuántas veces hemos culpado a Dios por la muerte de algún familiar? ¿No es la muerte algo natural en nosotros? Desde que nacemos caminamos hacia la muerte, es algo inevitable ¿Por qué culpar a Dios de lo que es natural en nosotros? No podemos evitar la muerte, lo que si podemos hacer es elegir el tipo de muerte que tendremos, una muerte tranquila o una muerte violenta y dolorosa… se puede, también corresponde a la Ley de Causa y Efecto. Mientras sigamos caminando bajo los sentimientos de rencor, vanidad, avaricia, etc., acumularemos tal cantidad de energía negativa en nosotros que atraeremos la misma calidad de ésta, acontecimientos, personas, enfermedades, etc.
Tomemos ya la responsabilidad de nuestra propia vida, no culpemos a Dios, al destino, a las circunstancias o a nuestros padres de nuestro fracaso. Camina sin miedo ¿a qué temerle? Si respetas la Ley de Causa y Efecto no hay mal que te llegue.
Vive el presente, este segundo de vida es el único seguro que tienes, el pasado no sirve y el futuro no sabemos si llegará...

Con Cariño Y Mucho Amor!!

Carlitos