Otro domingo más sin tu mirada, dejándome morir frente a la gente que pasa y que traspasa indiferente a mi canción de amor desesperada.
Una yegua de celos colorada corre llena de furia por mi frente y galopa de oriente hasta occidente en busca de tu falsa coartada…
Porque yo sé de más que en esta hora hay alguien que los labios te devora y comparte las cepas de tu vino.
Mas, como de perderte tengo miedo, no ahondo en la maraña de tu enredo y comulgo con ruedas de molino.
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