Alguien como tú no es un amigo, es un auténtico hermano
cuando más lo necesito, sin pensar, tú me das la mano.
Mi amigo, has sabido cuidarme como nadie,
y te lo agradezco con estas palabras,
por que día y noche pienso en ti y en lo que compartimos,
y doy gracias por los felices días que ambos vivimos.
En mis manos encontrarás respuestas para todo lo que necesites,
por que quiero enseñarte a vivir la vida, igual que haces conmigo.
Esta es mi manera de decirte: Gracias por ser mi amigo.
Y por siempre tendré en lo más profundo de mi,
todo lo que a tu lado vi,
todo lo que de tu mano aprendí,
y en resumidas cuentas: viví.
Por que me has mostrado el lado dulce de la vida,
y ahora quiero aprovechar todos los momentos
que esta sabia nos brinda.