Temas Médicos:
Algunos mitos en salud...
En cuestiones de salud muchas personas acaban orientándose por creencias que no pasan de ser eso: creencias. Cosas que se prohíben, remedios que se recomiendan y efectos de la naturaleza sobre el cuerpo forman parte de estos mitos. ¿Qué hay de cierto en ellos?
Con respeto, aquí me tomo la licencia de aclarar algunos:
"La leche cura la úlcera gástrica". No, por el contrario aumenta los síntomas. Resulta que el calcio eleva la secretina, una sustancia que en el estómago incrementa la producción de ácido clorhídrico que es el que produce los dolores. Así que deje de tomarla y mejor vaya al médico.
"El chocolate produce acné". Lo que pasa es que muchos adolescentes en pleno auge hormonal, que estimula la producción de sebo en la piel, consumen chocolate y lo culpan de sus brotes. No hay tal: el acné es causado por las bacterias que infectan ese sebo en la piel. ¿Que no? Los niños y muchas mujeres son adictos al chocolate, y no tienen la cara brotada.
"Las vitaminas abren el apetito". Olvídenlo mamás. Ni las vitaminas hacen a sus hijos más fuertes ni les abren el apetito. No hay evidencia de ese efecto.
"Los hipertensos no pueden tomar café". La gente cree que el café eleva la tensión arterial. Nada de eso. Sí se aumenta la frecuencia cardiaca por efecto de las catecolaminas, pero la tensión se mantiene intacta. Con moderación, un cafecito siempre cae bien.
"El agua adelgaza". No hay ninguna razón para creer en eso. Lo que ocurre es que al tomarla en grandes cantidades la gente orina más y piensa que está eliminando líquidos de sobra y, por ende, adelgazando. Pues nada de eso...
"Los remedios naturales son más seguros". Hay que ser claros: todas las plantas con efectos terapéuticos deben ser consideradas medicamentos y hay que conocer sus efectos secundarios e interacciones. Algunas de estas son tan importantes que necesitan fórmula médica. ¡Cuidado!
"Lavar el pelo con frecuencia lo hace caer". La caída del pelo nada tiene que ver con los lavados. Ni lavarlo mucho ni lavarlo poco afecta el ritmo de caída. También es tonto creer que lavarlo a diario lo pudre. Nada de eso.
"Si me trago un chicle, pueden pegarse a mis intestinos". Falso. Los jugos gástricos y todo el mecanismo digestivo se encargan de usar del chicle lo que les sirve y eliminar el resto.
"Darles azúcar a los niños los vuelve hiperactivos". No es cierto. No hay ningún estudio que lo demuestre; lo que sí ocurre es que les da un poco más de energía. Ah, como los dulces aportan muchas calorías, conviene controlarlos.
"Es malo bañarse inmediatamente después de comer". Depende. Después de comer, mucha sangre fluye al sistema digestivo; si la persona se baña con agua caliente, podría producirse una vasodilatación que ayudaría a mermar la irrigación del cerebro. Eso puede causar somnolencia. Lo mejor es reposar un poco.
"Dormir después de un golpe en la cabeza es malo". Nada que ver. Por el contrario, si a causa del porrazo la persona se siente somnolienta, hay que correr a urgencias. Pero si está sana y alerta, puede dormir.
"El frío causa gripes". Nada de eso. Lo que ocurre es que cuando hay frío la gente tiende a guardarse y cerrar ventanas. En espacios cerrados, los gérmenes se transmiten más fácilmente entre personas. Ahí viene la gripe.
Por último: Las frutas después de las comidas no engordan más. Los huevos no son malos para el hígado si se comen con moderación. La crema dental no cura las quemaduras, sino que las empeora y la mezcla de brandy, miel y leche no cura la gripe. Tampoco los antibióticos.
© Carlos F. Fernández
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