Alabado sea Jesucristo…
No pierdas tu equilibrio interior. Por grande que sea la tempestad en que te encuentres, no pierdas tu equilibrio…
Todas las tempestades pasan. Cuando la recibimos con tranquilidad, no nos hace ningún mal. Nacemos con la capacidad de enfrentar cualquier circunstancia y debemos aprender a transformar las tempestades en victorias.
Es posible que la tormenta quiera derribarte, llámese problemas en tu hogar, en tu familia, con el dinero o quizás la muerte de un ser querido, a lo mejor, la enfermedad representa la tormenta de tu vida.
Si es así, debes callar tu mundo exterior y escuchar tu voz interior que te habla. Permite que Dios te acompañe, te consuele y confía en Él.
Sólo así te harás merecedor del premio que la vida tiene reservado única y exclusivamente para ti: allí en la meta de la tormenta está tu victoria.
¡Buenos días!
El camino
Jesús es la “gran noticia” que necesita el hombre de hoy. Es la única respuesta a tus más íntimas aspiraciones. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. La ciencia y la tecnología hacen más confortable el cotidiano vivir, pero no alivian el corazón que sufre ni liberan de la angustia: nada reemplaza la presencia de Dios en ti y el amor de Jesús que ilumina tu vida.
Un explorador inexperto se perdió en medio de la tupida y peligrosa selva africana. Por fin, tras varias horas de caminar, se encontró con un nativo a quien le rogó:
— ¿Me puede mostrar usted el camino a través del bosque, por favor? Ya habían avanzado un buen trecho, cuando el explorador empezó a dudar y preguntó al guía:
—Disculpe, señor, ¿es éste el camino? El nativo respondió:
—Señor, aquí no hay caminos; confíe en mí, yo soy el camino.
Los primeros cristianos eran conscientes que para llegar a Dios había que recorrer el camino de Jesús. Como Buen Pastor va adelante guiando a sus ovejas porque, hoy como ayer, hay también muchos caminos de mentira y engaño que terminan en una vida sin sentido. ¡Gracias, Jesús, tú me llevas por el camino seguro de la verdadera vida!
Enviado por el P. Natalio
|