Alabado sea Jesucristo…
Jesús ofrece una forma de vivir que no está determinada por el dinero ni el poder, sino por el proyecto de aliviar el sufrimiento, por el respeto a la dignidad y derechos de todos, por el empeño en hacer felices a quienes nos rodean. Jesús nos presenta siempre un proyecto de felicidad y de humanidad.
Jesús no quiere que caminemos solos. “Ir de dos en dos” supone poder dar y recibir ayuda, intercambiar proyectos, experiencias, trabajos...
Todos somos enviados e invitados a eliminar los espíritus inmundos, propios y ajenos, del cansancio, crispaciones, desánimo, tristezas, cobardías…, todo lo que impide una vida plena y feliz. Mostrando que la felicidad y el “poder” es estar apoyados en Jesús, en su Palabra, en su Vida.
Las instrucciones de Jesús (austeridad y pobreza… sencillez y compasión) son muy claras y conservan su sentido y valor también para nosotros hoy.
Jesús nos envía a hacer lo mismo que hace Él: predicar y curar. Llevando su mismo equipaje: la Palabra y el ejemplo.
La esencia del seguimiento es anunciar y construir el Reino con palabras y con obras. La misión es para todos los cristianos sin excepción: vivir desde el Evangelio. Posibilitar y promover la liberación del ser humano de toda injusticia o esclavitud. Como Jesús. (A. Gutiérrez)
¡Buenos días!
Un certamen especial
Cuántos hay en nuestro mismo círculo de relaciones que hoy necesitan de tu palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía. Cuánto puede ayudar la gracia del buen humor al corazón que se encuentra abatido, la palabra serena al que está irritado, la dulzura de una voz amable al que yace en el abismo de la desesperación.
El autor y conferencista Leo Buscaglia, una vez fue invitado a ser juez de un certamen. El objetivo del mismo era descubrir y premiar al niño más amoroso. El ganador fue un niño de cuatro años cuyo vecino anciano acababa de perder a su esposa. El niño vio a este anciano llorar en su patio y enseguida fue y se sentó junto a él. Cuando su mamá le preguntó qué le había dicho al anciano del lado, el niño dijo: “Nada, solo lo ayudé a llorar”.
En ese mismo certamen un niñito (4 años) dijo, “Amor es lo que te hace sonreír cuando estás cansado”. Una niña (6 años) expresó, “Mi mami me ama más que nadie. Tú no verás a nadie más besándome antes de dormir”. Y otra (4 años) declaró, “Amor es cuando tu perrito te lame la cara, aunque lo hayas dejado solo todo el día”. Excelentes intuiciones.
Enviado por el P. Natalio