Alabado sea Jesucristo…
Padre, te pido que bendigas a mis amigos que leen esto ahora mismo y les reveles nuevamente Tu amor y Tu poder. Espíritu Santo te pido que seas la guía para sus almas.
Donde haya dolor, dales Tu paz y Tu misericordia.
Donde haya dudas renuévales la confianza.
Donde haya cansancio te pido que les des entendimiento, paciencia y fuerza aprendiendo a amarte.
Donde hay estancamiento espiritual, te pido que les reveles Tu cercanía, para un nuevo comienzo en la fe.
Donde haya miedo revélales Tu amor y transmíteles Tu fuerza.
Donde hay pecado bloqueando sus vidas, haz que éste desaparezca.
Bendice sus familias, sus finanzas, concédeles más visión de Ti, que tengan el apoyo de amigos para darles fuerza y valentía.
Concédeles a cada uno discernimiento para poder distinguir las fuerzas negativas que pudieran afectarlos y revélales el poder que tienen en Ti para superarlo.
Te ruego me concedas estas peticiones en el nombre de Jesús, Tu hijo amado. Amén.
¡Buenos días!
Vengan a mí
Jesús Salvador te ofrece descanso, orientación y seguridad. Él es fuerza y poder de salvación, de vida en abundancia, de alegría y gozo sin fin. Por la fe y el amor, unidos al Salvador, nuestra vida se potencia. Como el metal, sumergido en el fuego, se pone incandescente, así tu vida se hace ardiente al unirse a Jesús, que vino a traer fuego a la tierra. Él te dice:
“Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso. Vengan a mí todos los que están deprimidos y agobiados, y yo les daré alivio. Vengan a mí todos los que están desorientados y sin sentido, yo soy el camino. Vengan a mí todos los que están en tinieblas y sombras de muerte, yo soy la luz. Vengan a mí, mansos y humildes, y encontrarán un remanso para su alma. Jesús”
Como la lámpara eléctrica, fría e incolora, irradia de repente claridad, así te transformarás desde dentro de tu alma al contacto de la gracia santificadora de Jesús. Como la naturaleza se anima bajo los bienhechores rayos del sol, así tu vida se desarrollará bajo el influjo salvador de Jesús. “El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto”, dijo el Señor.
Enviado por el P. Natalio