Alabado sea Jesucristo…
Según la Tradición, la Virgen Madre de Dios nació en Jerusalén, junto a la piscina de Bezatha. La Liturgia Oriental celebra su nacimiento cantando poéticamente que este día es el preludio de la alegría universal, en el que han comenzado a soplar los vientos que anuncian la salvación. Por eso nuestra liturgia nos invita a celebrar con alegría el nacimiento de María, pues de ella nació el sol de justicia, Cristo Nuestro Señor.
Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.
En la plenitud de los tiempos, María se convirtió en el vehículo de la eterna fidelidad de Dios. Hoy celebramos el aniversario de su nacimiento como una nueva manifestación de esa fidelidad de Dios con los hombres.
¡Buenos días!
Feliz cumpleaños
El día de tu cumpleaños es oportuno para darte un baño de optimismo, un banquete de entusiasmo y una sesión de ideas positivas. Es un pequeño alto en el camino para renovar tus energías, profundizar tus motivaciones, y dilatar tus alegrías… Y ahora una lluvia de ideas:
En este momento tan especial de tu vida… enumera tus bendiciones. Vuelve a descubrir tus capacidades. Sonríe con gratitud por los dones recibidos. Esparce alegría y buen humor. Olvida tus preocupaciones. Deja en manos de Dios el cuidado de todos tus problemas. Reserva tiempo para ti mismo. Ten disponibilidad para recibir a la gente. Goza las maravillas de cada día. Percibe la belleza por doquier. Contempla las estrellas. Observa un amanecer. Reposa entre las flores. Acepta un riesgo. Prueba algo nuevo. Alberga ideas renovadoras. Aminora la marcha. Ten paciencia. Sé prudente. Cultiva la fe. Vive los mensajes de Dios. Confía en los otros. Cree en la vida. Celebra con entusiasmo el don de la vida.
Y empieza un año más de vida con renovadas energías, nuevas ideas, nueva vida y nueva actividad. Que el Señor, fuente y principio de todo bien, te conceda su gracia, derrame sobre ti abundante bendición y te conserve sano y salvo durante todo este nuevo año de tu vida.
Enviado por el P. Natalio