Alabado sea Jesucristo…
La Iglesia, en el día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebra hoy la veneración a las reliquias de la Cruz de Cristo en Jerusalén, tras ser recuperada de manos de los persas por el emperador Heráclito.
En la actualidad, el fragmento de la Cruz de Cristo de mayor tamaño se encuentra en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria, España), donde es venerado por decenas de miles de fieles cada año.
Exaltamos la Santa Cruz porque recordamos con mucho cariño y veneración que en ella murió nuestro Redentor. Es fruto de la libertad y amor de Jesús, que la ha querido para mostrarnos su amor y su solidaridad con el dolor humano. Para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor.
Invoquemos la protección de la Virgen María, que siendo inocente, llevó su cruz espiritual junto a la Cruz de Jesús. Y cuando hagamos sobre nosotros la señal de la cruz, procuremos hacerla bien: Que sea una cruz y no un garabato. Que no sea un mal testimonio, sino un acto de fe, de esperanza en la vida eterna y de amor a Jesús, que por amor nuestro quiso morir en ella. Con la cruz nos abandonemos en las manos de Dios. No hace falta buscar cruces raras y complicadas. Basta llevar con paz y amor los propios deberes de cada día con sus cruces y esperanzas.
¡Buenos días!
La vida familiar
La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.
La familia es… la mesa de todos los días, el pan, el niño, la visita, los abuelos, los silencios, el pedir perdón tantas veces y volver al amor tantas veces y caer tantas veces y necesitarse tantas veces. La familia es... un sello de fuego grabado en la parte superior del alma, una marca registrada en las costumbres, en el vocabulario, en los ojos y en el alma. La familia es... el secreto que se comparte, la falta que se perdona, la confidencia primera, el gusto de vernos a cada rato aquí todos los días. La familia es... la historia que hacemos juntos, siempre juntos hasta que uno de nosotros parte adelantándose hacia la casa paterna. La familia es... una “trinidad” numerosa de carne y hueso, de sangre y músculo, de gozo y esperanza en esta tierra.
“La familia es escuela de humanidad, de sociabilidad y de amor. En su seno se reconoce la propia dignidad, se aprende a convivir y a descubrir la maravilla del amor. La familia es la solución básica para superar el desamparo y el abandono, con las trágicas consecuencias de violencia, delincuencia y adicciones, que sufren en especial los jóvenes” (CEA).
Enviado por el P. Natalio