Anoche mientras dormía. Cual ladrón en la noche entraste en mis sueños. En súplica silenciosa a Dios pedía, No despertar para que el sueño fuese eterno.
Soñé que tus brazos me rodeaban, Que era una noche fría y me abrigabas. Me invadió una sensación de satisfacción Y tu dulce aroma embriagaba mis sentidos.
En mi sueño tus expresivos ojos, Clavados en los míos me decían "te amo". Tus labios tentados a besar,
Eran una promesa de amor eterno.
Soñé que te entregaba mi vida,
Mi corazón y mis ilusiones. Tú los tomaste como presiada joya
Y los colocaste en lo profundo de tu corazón.
Decía yo a Dios: "No me dejes despetar"
Déjame en este sueño vagar,
Como vagan las almas en pena,
Aunque en este amor tenga que vagar eternamente.
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