Alabado sea Jesucristo…
Jesús siempre vive y aconseja una inversión total de valores. A su clara recomendación (“El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”) se sigue respondiendo valorando y organizando cargos, rangos, dignidades, órdenes, honores, asientos reservados... Actitudes que indican una profunda perversión de la actitud y del mensaje de Jesús.
Él sigue insistiendo. Se es grande y se transforma el mundo, no cuando se ocupa un puesto relevante, sino cuando en la vida se ayuda y se acoge a quien no tiene grandeza para los poderosos. Quien sirve a quienes son “inservibles” para esta sociedad nunca se equivoca. "Ser el último y servidor de todos" debiera ser la característica de los seguidores y de las seguidoras de Jesús. A. Gutiérrez
¡Buenos días!
Predicación muy especial
La anécdota de san Francisco de Asís que te ofrezco hoy puede iluminarte mucho acerca de cómo podemos influir poderosamente en nuestro ambiente por medio de nuestras actitudes, gestos y acciones. Los que están a nuestro alrededor receptan todo lo que hacemos y pueden recibir de nosotros invitaciones al bien o al mal, a la alegría o a la tristeza, a la generosidad o al egoísmo.
En un día lleno de sol san Francisco de Asís invitó a un fraile joven a que lo acompañara a la ciudad para predicar. Se pusieron en camino y recorrieron las principales calles, devolviendo amistosamente el saludo a quienes se acercaban. De vez en cuando se detenían para acariciar a un niño o para hablar con alguno. Durante todo el paseo san Francisco y el fraile mantuvieron entre ellos una animada conversación. Después de haber caminado durante un largo rato, el fraile joven pareció inquieto y le preguntó a san Francisco dónde y cuándo comenzarían su predicación. —Hemos estado predicando desde que atravesamos las puertas del convento —le replicó el santo—, ¿no has visto cómo la gente observaba nuestra alegría y se sentía consolada con nuestros saludos y sonrisas? ¿No has advertido lo alegres que conversábamos entre nosotros, durante todo el paseo? Si estos no son unos pequeños sermones, ¿qué es lo que son?
Jesús en el Evangelio nos invita a ser luz en nuestro ambiente: “Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mateo, 5, 17). Te animo a introducir en tu vida estos “pequeños sermones” para volver más luminoso nuestro mundo.
Enviado por el P. Natalio