He encontrado a la mujer que esperaba,
Eres tú la mujer que soñé,
Reflejarme en tu mirada
Es mi momento, un sentimiento que jamás imagine.
Es el brillo de tus ojos y de tus labios la miel,
Tus palabras de aliento, y jamás perderme la fe,
El dulce de tu voz, el suave roce de tu piel,
Esa es mi razón, mi argumento, por lo que siempre te amaré.
Tu sonrisa y el lunar que la acompaña,
La combinación perfecta,
Una bendición verla cada mañana,
Es de dios una obra maestra.
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