- Tus manos pasando por mi espalda, con la lentitud de una tortuga, radiografiando mi alma, poco a poco, porque las cosas hechas deprisa no suelen ser buenas… Tus manos en mi espalda, mi corazón en tus labios y tu mirada mi adicción.
- Nunca supe entender el amor como un vicio simple, fácil de dejar si te lo propones, siempre me ha gustada bucear en sus profundidades, agarrarme a sus entrañas y soportar los fuertes vientos del desaliento.
- Aunque nos conocimos hace poco, sé que eres para siempre, sé que eres de verdad, que no te escondes tras la careta de la falsa jovialidad y lo políticamente correcto. Nunca te conviertas en plástico.
- Pongamos el mundo en nuestros pies, que el tiempo trabaje para nosotros y no al revés, vamos a consumir las horas sin que ellas nos consuman a nosotros, vamos a bailar entre el caos para poner orden.
- Llegaremos hasta final, hasta nuestro último aliento, hasta donde el cuerpo aguante… hasta que nuestra melancolía supere a nuestro espíritu y no merezca ya la pena seguir a la locura ni obviar el paso de los días.
- Es difícil no perderse en la cartografía de tus pensamientos, aunque tus miradas se conviertan en el mejor de los mapas y los años transcurridos a tu lado en el faro ideal de los tiempos.
- Cuando se encuentran nuestras miradas, mi alma late mientras me hierve la sangre, mientras nuestros corazones se estallan al ritmo de los suaves versos en una noche estrellada.
- Si sigues los senderos de mis besos, llegarás hasta las entrañas de la locura de las noches disueltas en humo de cigarrillo e impulsos soñadores.
- Te recuerdo bajo la sombra de aquel árbol, tan preciosa y tan brillante como una amapola en primavera, como los primeros rayos de sol que iluminan un prado verde. Te veo y se me llena el corazón.
- A veces me vence el miedo y tiemblo, tiemblo mucho, pero cuando levanto la cabeza y veo que tú estás allí a mi lado, parecen deshacerse poco a poco, como un sobre de azúcar en un café, invisiblemente, mientras nadie se da cuenta.
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