Viernes, 5 de junio de 2009
Gente en el balcón
Léase Génesis 18.1-8; 1ª de Juan 1.1-3
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos... hasta los confines de la tierra.
-Hechos 1.8 (NVI)
DURANTE mi niñez era común reunirse como familia en los balcones de las casas en las noches. Éste era un momento para relajarse con la familia y compartir los eventos del día. A menudo algunos de los vecinos se unían a la tertulia.
Con el ritmo tan acelerado del mundo y con nuestro enfoque en la privacidad, el sentarse en el balcón es una costumbre del pasado. Ahora nuestra reunión puede ser en el patio, fuera de la vista de quienes necesitan un amigo. Solamente los invitados se sienten bienvenidos, y la lista de ellos puede ser exclusiva.
A diferencia de nuestra exclusividad, Dios siempre está dispuesto al diálogo a través de su hijo Jesucristo .
En forma similar, nosotros que somos discípulos de Cristo debemos estar accesibles: en nuestro vecindario, en nuestra iglesia, en nuestros lugares de trabajo. Cristo nos llama a salir de nuestra privacidad para que estemos visibles. Jesucristo camina, habla y llora con nosotros/as, y quiere que hagamos lo mismo con otras personas. Los cristianos estamos llamados a ser gente en el balcón para todo el mundo.
Sr. Bill Chadwick (Virginia, EUA)
Oración:
Padre celestial, ayúdanos a dar la bienvenida siempre a quienes nos encontremos. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Podemos buscar cómo presentarle a Cristo a quienes nos rodean.
|
OREMOS:
Por quienes necesitan alguien que los escuche.