Jueves, 18 de junio de 2009
Venga a la mesa
Léase Romanos 12.9-21
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
-romanos 12.18 (RVR)
EN mi iglesia, al pasar al frente para tomar la comunión, escogemos dónde arrodillarnos. Hace poco mi amiga tomó la comunión al lado de una persona que ella sabía me había ofendido. Me sentí traicionada, como si ella se estuviera aliando con esa persona contra mí. Le pregunté: ¿Cómo pudiste? Su contestación fue una sorpresa: «Porque Dios me indicó que lo hiciera». Tuve que admitir y reconocer que no quería hacer lo que ella había hecho. Sabía que mi amiga me amaba, y que su decisión había sido un acto de amor basado en la reconciliación.
¿Estaba dispuesta a reconciliarme con la persona que me había ofendido? No del todo. Pero la oración, la lectura bíblica y la gracia de Dios me dirigieron a escuchar de una forma nueva la invitación que se hace en mi iglesia antes de la comunión. «Cristo nuestro Señor invita a su mesa a quienes le aman, a quienes sinceramente se arrepienten de sus pecados y procuran vivir en paz con los demás». El pasar a la mesa de la comunión indicaría mi deseo de perdonar y abriría mi corazón a una sanidad profunda. En el nombre de Cristo, podría ir a la mesa al lado de la persona que me ofendió. Y eventualmente lo hice.
Sa. Joan Floyd (Tennessee, EUA)
Oración:
Gracias, Dios, por proveernos formas de perdonar y de sanar. Gracias por quienes nos muestran tu camino. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
¿Necesito unirme a alguien en la mesa de paz de Cristo?
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OREMOS:
Por quienes retienen el perdón.